En la primera mitad
del siglo XX, el modelo mercadotécnico reinante era aquel determinado por la
oferta: el consumidor era quien debía adaptarse a las características del
producto. Con el correr del tiempo, el desarrollo de la tecnología, el
incremento de la competencia y más tarde la globalización, hicieron que esa
situación cambiara radicalmente. Hoy en día, es evidente que las empresas están
forzadas a acompañar cada vez más al consumidor en sus necesidades, ya no sólo
satisfaciendo sus requerimientos, sino deleitándolos. Buena parte de la
satisfacción y el deleite no se origina en atributos físicos del producto o servicio, sino en
aspectos simbólicos y psicológicos relacionados con su uso o posesión: la
máxima expresión de estos aspectos se dimensiona en el concepto de “marca”.
El hecho de que un
consumidor recuerde, elija o se identifique con una marca y no con otras, es
consecuencia de diversos factores, frecuentemente irreplicables. Esta preferencia
se traduce luego en participación de mercado, ventas y rentabilidad para la compañía
propietaria de esa marca y es aquí donde surge la siguiente pregunta: ¿cuánto vale
objetivamente esa preferencia?
COMPRENDIENDO EL
SIGNIFICADO DE BRAND EQUITY
En los últimos
tiempos, mucho se ha escrito en relación a la conceptualización de “brand
equity” o capital marcario. Con la intención de focalizar el análisis en la valoración
de la marca en si misma, en lugar de profundizar en una discusión semántica o
etimológica de su definición se han seleccionado, lo que a consideración del
autor, son los conceptos que sintetizan adecuadamente la dimensión e
importancia del capital marcario para una empresa:
• Según D. Aaker,
brand equity es “el conjunto de activos y obligaciones relacionados con una
marca, su nombre y simbología, que se adicionan o deducen del valor provisto
por un producto o servicio a una firma y/o sus clientes”.1
• L. Leuthesser
afirma que “brand equity representa el valor de un producto (para el
consumidor) por encima del que tendría cualquier otro producto idéntico sin el nombre
de la marca. En otras palabras, brand equity representa el grado en el que el
sólo nombre de la marca añade valor a la oferta (una vez más, desde la perspectiva
del consumidor)”.2
• El Marketing
Science Institute define brand equity como “el conjunto de asociaciones y
comportamientos de los consumidores, miembros del canal y empresas relacionadas
que permiten a la marca ganar mayor volumen y mayores márgenes a los que
obtendría sin el nombre, otorgándole una fuerte, sostenible y diferenciada
ventaja sobre sus competidoras”.3
• De Chernatony y
Mc Donald entienden que capital marcario es “el valor añadido o diferencia
entre una marca y un commodity. La marca transforma el valor de un simple
producto, constituyéndose en un importante input en el proceso de creación de
valor”.4
• Finalmente, la
filial española de la consultora Landor Associates concluye que el valor de una
marca está dado por “la suma de todas las características, tangibles e intangibles,
que hacen a la oferta única”.
Tomando en cuenta las definiciones anteriores se puede deducir que es
necesario que la marca cumpla con las expectativas del cliente y tenga un plus
como por ejemplo el estatus que esta marca representa para que el cliente la mantenga
en su memoria la momento de realizar sus compras.
Como un ejemplo más claro de cómo las marcas influyen en la decisión de
compra es necesario mencionar algunas y lo que representan.
Chanel: De acuerdo a la revista Forbes, la empresa privada House of Chanel pertenece a Alain Wertheimer y Gerard Wertheimer, quienes
son los nietos del anterior socio de Chanel, Pierre Wertheimer. En la
actualidad, Chanel tiene boutiques alrededor del mundo en exclusivos
distritos comerciales y realiza sus desfiles en las más importantes capitales
de la moda. Los artículos Chanel llevan el logotipo de la doble C.
La marca Chanel se ha convertido en uno de los nombres más reconocidos dentro
de la moda de alta costura. Coco Chanel solía vivir en el Hotel Ritz Paris y
su suite ahora se llama "Suite Coco Chanel".
Louis Vuitton: es una empresa francesa que diseña ropa y complementos
de lujo, fundamentalmente de cuero. Fundada por Louis Vuitton (1821-1892), es
el principal patrocinador de la Copa América. La empresa LVHM es considerada la
marca de lujo más exclusiva del mundo, hoy en día se conoce como sinónimo de
lujo y exclusividad. Dispone de 445 tiendas en 62 países del mundo.
Otras marcas enfocadas al mismo sector y con una descripción similar
son: Christian Dior, Hermès, Burberry, Bulgari, Cartier, Gianfranco Ferré, Hugo
Boss, Versace, Gucci y Prada.
Con esta simple comparación comprendemos que estas marcas va a manejar
productos de alta calidad ya que el público al que está dirigida es personas
con gran poder adquisitivo ya que un solo producto diseñado bajo esta marca
puede llegar a costar miles de dólares. Además que tienen que mantener ese
estatus para poder estar en lo mas alto de pensamiento del consumidor.
Teniendo claro lo anterior concluimos que las marcas no son solo
dibujos o iconos de una empresa, para las personas representan un nivel social,
calidad, costo y hasta una inversión. Las marcas por si mismas establecen sus
estrategias de venta para que se quede en la mente del consumidor y este al
reconocer la marca la vincule con todo lo que la mercadotecnia les mostro
anteriormente.
Proceso de decisión de compra
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